Se acabaron los blockbusters
simples y tontos de este verano, llega Pacific
Rim, el extravagante y megalómano
film de Guillermo Del Toro. No esperen ver los ruidosos Tranformers de Michael Bay, porque aquí, sin llegar a ser una
maravilla, el guion se sostiene por sí mismo, sin necesidad de apoyarse en
explosiones, bambalinas, ni en unos espectaculares efectos especiales que, aún
con todo, pueblan las más de dos horas de metraje del film.
El futuro del mundo civilizado pende de un hilo cuando unas
monstruosas criaturas conocidas como Kaiyu
invaden la tierra a través de una brecha cósmica en el fondo del Pacífico. La
humanidad debe dejar a un lado las viejas rencillas del pasado y hacer piña
para neutralizar la amenaza alienígena. Fruto de esa unión nacen los Jaegers, unos colosales robots que
funcionan gracias a la perfecta coordinación neuronal entre los dos pilotos que
le dan vida. Tras varios sonados fracasos, el programa Jaeger será cancelado por el gobierno, pasando sus pilotos a formar
parte de la resistencia. Charlie Hunnam (Hooligans) e Idris Elba (Stringer Bell
de The Wire) forman parte del último
bastión de la humanidad contra los temibles kaiyus.
Estamos ante una de las películas más frikis y divertidas del
verano. El éxito comercial de Pacific Rim está garantizado gracias a la
capacidad del director mejicano de enfrentar a
dos iconos del cine nipón de ciencia ficción; los kaiyu, unos monstruos
gigantescos destroza ciudades del tipo
Godzilla o Mothra y los mecha, unos
robots de gran tamaño controlados por un piloto y que en nuestro país se dieron
a conocer gracias a la serie Mazinguer Z.
Uno de los mayores aciertos de la película es su capacidad
de no tomarse demasiado en serio a sí misma, incluyendo muchos gags que permiten que los espectaculares
efectos especiales no eclipsen la narración. Para ello, el director mejicano
cuenta con dos de sus actores fetiches; Ron Perlman (Hellboy) y Santiago
Segura, quien tendrá mucho más protagonismo que en los anecdóticos cameos que tenía acostumbrado a realizar en los
anteriores trabajos de Del Toro.
Lo mejor: Del Toro es capaz de fusionar magistralmente su
mente con la de los espectadores, consiguiendo una perfecta coordinación entre
espectáculo, entretenimiento y sentido común.
Lo peor: Las flojas relaciones personales de los protagonistas
y el previsible, aunque necesario, final.
Nota: 8
PUBLICADO EN CINEMASCOMICS: http://www.cinemascomics.com/critica-de-pacific-rim-del-toro-y-la-pura-diversion/
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