Jon Turteltaub, director de Plan en Las Vegas, no podía
creerse lo que tenía entre manos cuando aceptó hacer la versión light para
jubiletas de Resacón. Acostumbrado a realizar mediocres comedias familiares
como La búsqueda, El aprendiz de Brujo o el clásico de sobremesa Phenomenon,
Turteltaub debió pensar que algo grande se le venía encima cuando se confirmó
el magnífico reparto de su Plan en Las Vegas. Esto es serio; entre Morgan
Freeman, Michael Douglas, Kevin Kline y Robert de Niro acumulan 5 estatuillas y
9 nominaciones a los Oscars.
Michael Douglas es
Billy, eterno soltero que a punto de cumplir los setenta, decide volver a
reunir a su antigua pandilla en Las Vegas
para celebrar su despedida de soltero por todo lo alto. Kline, De Niro y
Freeman, deciden desempolvar sus taca-taca y acompañar a su amigo en una juerga
que promete ser épica… y que no pasa de ser absolutamente decepcionante. El
personaje de Douglas parece un dèjá vu; Billy es un amante del sexo
opuesto que en plena senectud decide casarse con una jovencita a la que dobla
la edad. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
El problema principal
del film de Turteltaub son unos diálogos que chirrían más que la cadera de sus
protagonistas. Los ocasionales gags y los intentos de animar la fiesta de
Kevin Kline, auténtico motor de la trama,
no consiguen salvar el film. Aun con todo, y entre bostezos, consiguen sacar
alguna carcajada a un espectador que esperando la traca final se encuentra con
uno de los finales más sensibleros y emocionalmente manipuladores que uno
recuerda.
Si en algo acierta
Turteltaub es en el tratamiento de la nostalgia. Es fácil sentir empatía con unos personajes que añoran
con tanta ansia su juventud como nosotros añoramos al De Niro de Scorsese y no
al de la comedia burda y fácil en el que se ha convertido, al Morgan Freeman de
Cadena Perpetua, al sucio cowboy Kevin Kline en Silverado y a los dientes
naturales de Michael Douglas. Plan en Las Vegas es un filme sobre la decadencia
y la senectud artística. Seguramente conseguirá muy buenas cifras en taquilla
gracias a su celebérrimo reparto, pero ante todo hará que recordemos con
añoranza los años dorados del nuevo Hollywood. Entonces estos viejos eran
titanes.
Lo mejor: Pensar que queda menos para que Scorsese rescate a
De Niro con su nuevo proyecto The Irishman.
Lo peor: Jon Turteltaub
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