viernes, 7 de marzo de 2014

La gran estafa de los Oscars



  Se ha hablado mucho de los triunfadores de la reciente gala de los Oscars: la victoria moral de 12 años de esclavitud con su galardón a la Mejor película, el tsunami de Gravity al arrasar con todos los premios técnicos y la entrada en el Hall de la fama de Matthew McConaughey, Jared Leto y Lupita Nyong´o. Lo que menos se ha comentado han sido los fracasos de la noche, sin contar, claro está, con la avalancha de fotomontajes que han inundado la red sobre Leonardo Di Caprio y su particular cruzada con el galardón. La popularidad del actor de El lobo de Wall Street ha ensombrecido a la gran frustrada de  la noche: La gran estafa americana. Bien es cierto que David O´Russell siempre ha mantenido un particular idilio con los académicos de Hollywood, que el filme era bastante irregular, sobre todo durante su tramo final, y que ha encontrado en Dallas Buyer Club a su principal enemigo; partían ambas como favoritas en las categorías actorales y de maquillaje. Aún con todo, resulta un rotundo fracaso el hecho de que O´Russel no haya podido alzarse con ninguno de los 10 premios a los que optaba. No obstante, no es la primera vez que se da una hecatombe de tales dimensiones, ni si quiera resulta la mayor de las derrotas en la dilatada historia de los Oscars.


   Hasta cinco películas ha conseguido ocho nominaciones sin premio: Lo que queda del día (1993), Ragtime (1981), El hombre elefante (1980), Historia de una monja (1959) y Quo Vadis (1951).  El caso de Quo Vadis es hasta cierto punto entendible, ya que se disputaba los cuartos con grandes clásicos como Un americano en París y Un lugar en el sol, ambos con 6 premios. En realidad, podemos llegar a entender el fracaso de Quo Vadis, uno de los mayores péplums de la historia del cine, porque además competía nada más y nada menos que con John Huston y su Reina de África (1 premio) y Elia Kazan y su Tranvía llamado deseo (4). Con Akira Kurosawa alzándose con el Oscar a la mejor película extranjera por Rashomon, está claro que 1951 fue un gran año para el cine, pero un mal año para llevarse un Oscar.  Peor resultó 1959 para Fred Zinnemann y su Historia de una monja y para Otto Preminger y su Anatomía de un asesinato; con 8 y 7 nominaciones respectivamente. No pudieron hacer nada contra los 11 galardones que William Wyler alzó gracias a la magnánima  Ben-Hur.


Curiosamente, Wyler no alcanzó ninguno de los 9 Oscars a los que optaba con La loba (1941); el filme de John Ford ¡Qué verde era mi valle! eclipsó totalmente a Wyler… y también a un Orson Welles que sólo consiguió una de los 9 estatuillas a las que optaba por su obra magna Ciudadano Kane. Algo parecido le sucedió a Vidas Borrascosas (1959) que no consiguió alzarse con ninguna de las 9 premios Oscar estatuillas a las que estaba nominada. Lo cierto es que la película de Mark Robson no podía competir con el clásico de David Lean El puente sobre el río Kwai, pero lo que de verdad fue una verdadera injusticia durante aquella edición fueron las escasas tres nominaciones de 12 hombres sin piedad o las 6 sin premio de Testigo de cargo de Billy Wilder.

  El fracaso de Martin Scorsese con su Lobo de Wall Street no es nada comparado con el desbarato que supusieron las 10 nominaciones sin recompensa de Gangs of New York (2002). Cierto es que el montaje de la película estropeó en gran medida lo que quería hacer el genio de Little Italy y que Adrian Brody estuvo espectacular en El pianista… pero que Chicago ganara 6 estatuillas, incluyendo la de mejor película, resultó una afrenta incontestable. A la par en esta peculiar lista del fracaso hollywoodiense, está la ya comentada La gran estafa americana y el remake de Valor de Ley por los hermanos Cohen, algo inconcebible si tenemos en cuenta que la edición de 2011 fue una de las más igualadas que se recuerdan. Aquel año, hasta seis películas se repartieron los laureles: Origen (4), El discurso del rey (4), La red social (3), Alicia en el país de las maravillas (3), Toy Story 3 (2),  y The fighter (2). Ninguna mención para Valor de ley, que partía como favorita junto al filme de Tom Hooper, a pesar de ser uno de los pocos remakes que han conseguido superar a la original.


                                   



  Finalmente, en lo alto, o bajo, de este ranking tenemos con 11 nominaciones y ningún Oscar a Paso Decisivo (1977) de Hebert Ross y  El color púrpura (1985) de Steven Spielberg.  Por un lado, Ross pudo darse con un canto en los dientes con tan abultado número de nominaciones. Poco podía hacer frente a  Star Wars: Una nueva esperanza (7 premios) y Woody Allen y su Annie Hall, con cuatro premios incluyendo el de mejor filme. Sin embargo, lo de Spielberg con los Oscar es un idilio más antiguo que el de O´Russell. A pesar de tener una encarnizada lucha con Memorias de Africa, que arrasó con sus 7 galardones, resulta sorprendente que un filme como El color púrpura no obtuviera recompensa alguna. Lo cierto es que Hollywood, y ante todo sus académicos, han tenido siempre ciertos prejuicios raciales que han impedido prosperar proyectos y actores que chocaban ideológicamente con la mentalidad de la industria. Tras el 11 de Septiembre, la Academia premió por primera vez a dos actores de color  en la categoría de Mejor actor y actriz principal (Denzel Washington y Halley Berry) y durante la pasada gala, Hollywood decidió redimirse de sus antiguos pecados eligiendo a 12 años de esclavitud, un filme similar al de Spielberg, como la mejor película del año. Se ha podido leer durante los últimos días que Estados Unidos se ha redimido así de su pasado esclavista, lo cual no sólo es totalmente incoherente sino que además resulta un fútil fundamento para esclarecer cual es la mejor producción del año. Los premios de la Academia llevan ya mucho tiempo siendo una carrera de fondo, de prebendas y prejuicios. Sólo así se entiende que clásicos como los mencionados y directores de la talla de Hitchcock, Hawks, Lang, Welles o Chaplin no cuenten con ninguna estatuilla.

                                            

1 comentario:

  1. Buen post, mucha hipocresía desde Hollywood. A mí me gustó mucho más Nebraska o Her pero 12 de esclavitud también es buena peli

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